Rellenos faciales
Los rellenos faciales es uno de los tratamientos faciales más eficaces y aplicados en la Medicina Estética Facial. Permite eliminar arrugas, generar o recuperar volúmenes y revitalizar el rostro inyectando productos naturales reabsorbibles en el rostro de forma sencilla y segura.
Nuestra piel se compone de sustancias naturales que se encargan de su hidratación. No obstante, con el paso del tiempo las vamos perdiendo y con su pérdida, la falta de hidratación natural hace visibles las huellas de la edad, tales como las arrugas superficiales, los primeros surcos faciales y la pérdida de volumen. El relleno facial consiste en la infiltración de sustancias para rejuvenecer la piel y reponer el volumen a aquellas zonas donde se ha reducido el tejido facial. Así, es posible conseguir un mejor aspecto, más joven y atractivo, conservando siempre las proporciones estéticas de los cánones de belleza, tanto femeninos como masculinos.
Gracias a la variedad de productos disponibles, podemos hacer un amplio número de tratamientos de relleno en el rostro tanto para reponer el volumen perdido como para rejuvenecer.
El ácido hialurónico es una sustancia que ya existe en nuestro cuerpo, por tanto, la infiltración del mismo para tratamientos de medicina estética es totalmente tolerada por el organismo con total naturalidad.
Sus efectos son de duración determinada precisamente por ello, ya que el organismo tiende a reabsorber el producto.
La Hidroxiapatita cálcica es un gel acuoso compuesto por micropartículas que se inyectan bajo la piel con un efecto inmediato de relleno que permite aumentar el volumen facial. Además, la piel coge un aspecto suave y natural gracias a un proceso que estimula al cuerpo para la producción de nuevo colágeno.
Ácido Poliláctico está indicado para combatir los signos del envejecimiento gracias a su efecto lifting que elimina la flacidez facial. Su composición genera colágeno y tejido conectivo con un efecto tensor de larga duración y resultados muy naturales.
“El relleno facial sin cirugía más apropiado para cada caso: arrugas, mejillas hundidas...
El tratamiento de rellenos faciales consiste en la infiltración de sustancias para revitalizar la piel, recuperar la pérdida de volumen y de los tejidos de relleno naturales de la cara y lucir un rostro terso y fresco. Debe estar siempre precedido de una valoración médica para conseguir un resultado natural y profesional. En Clínica Menorca nuestros doctores realizan siempre un examen facial necesario para determinar aspectos como:
- tipo de piel
- la simetría facial
- vías de acceso
- cantidad de producto a infiltrar
Las distintas aplicaciones de los productos de relleno en el rostro son aptas para cualquier tipo de persona, sin importar la edad, el género o color de piel.
La estética facial es algo muy subjetivo y los tratamientos de relleno facial es posible realizarlos en prácticamente la totalidad de nuestros pacientes; no obstante, nuestros doctores siempre aconsejarán al paciente el mejor tratamiento para su fisionomía y estructura facial.
Es importante conocer la diferencia entre el eliminador de patas de gallo y los rellenos faciales, ya que a menudo tienden a confundirse, pero sus aplicaciones son completamente diferentes.
El eliminador de líneas de expresión es un producto que tiene como finalidad la parálisis de los músculos responsable de la formación de arrugas de expresión en la cara. Su duración es de 5 a 6 meses y, al contrario que los productos de relleno, el eliminador de patas de gallo no es un tratamiento para dar volumen. Además, la aplicación del eliminador de líneas de expresión está indicada únicamente en el tercio medio superior de la cara.
Los rellenos faciales por su composición y densidad permiten engrosar aquellas zonas de la cara que presentan depresión o donde se desea aumentar el volumen. Aunque la infiltración del relleno puede mejorar sensiblemente algunas arrugas de expresión consiguiendo así una mejoría estética más global, ésta no es su finalidad. La duración media de un relleno puede ir desde 8 meses hasta 24 meses, dependiendo del paciente, la zona y el producto utilizado.
El relleno facial puede aplicarse en distintas zonas de la cara según el efecto y resultado que se pretenda obtener.
Hay pacientes que presentan un aspecto de cansancio permanente debido a un oscurecimiento de los párpados inferiores. En estos casos una infiltración de un producto de relleno puede ayudar a levantar la piel y separarla de la superficie interior oscurecida que es que la que se transparenta a través de la piel y crea esa ojera permanente.
Otros pacientes tienen unas mejillas hundidas en exceso, dando un mal aspecto y sensación de desnutrición que, a menudo, afecta a su vida personal y profesional. Con el relleno de pómulos y de mejilla se mejora notablemente la imagen del paciente.
Sin embargo, las zonas más habituales de aplicación son aquellas que gracias a un pequeño relleno permiten al paciente conseguir un aspecto más estético y atractivo. Estas zonas suelen ser:
- Labios (volumen)
- Pómulos
- Mejillas
- Eliminación de ojeras
- Pliegues nasolabiales
- Surco nasogeniano
- Mentón
- Área mandibular
- Contorno facial
- Líneas de marioneta
El tratamiento de relleno facial se realiza habitualmente en una única sesión. No obstante, cada paciente reacciona de un modo distinto y es posible que en algunos casos excepcionales, pasados unos días de la infiltración y bajada la inflamación propia del tratamiento, el efecto obtenido esté aún por debajo del deseado. Estos casos excepcionales podrían ser considerados un retoque en el que el doctor aplicaría el poquito de relleno que faltase para obtener el resultado deseado por el paciente.
El tratamiento puede realizarse en cualquier época del año con total normalidad. Aún así, los doctores siempre recomiendan evitar los meses de verano y de temperaturas máximas ya que podrían afectar al resultado y evolución del tratamiento.
El resultado es visible de inmediato. El relleno facial tiene la particularidad de que en el mismo instante de su infiltración puede verse su efecto.
La duración de los resultados puede variar de 8 a 24 meses dependiendo del producto y la zona. Casa caso es diferente y depende de cada paciente cómo es asimilado el producto, así como de la zona tratada y la cantidad infiltrada.
Lo habitual es que se tenga alguna molestia durante su aplicación, aunque el umbral del dolor varía mucho de unas personas a otras. En aquellos casos en que el médico lo considere necesario, éste podría aplicar algo de anestesia local para hacer más llevadero el tratamiento.
Inmediatamente después del tratamiento, y dependiendo de la zona (del paciente) es posible que se produzca una leve inflamación así como la aparición de algún hematoma leve, los cuáles desaparecerían al cabo de 2 o 3 días siguiendo las pautas indicadas por el médico estético en cada caso.
Tras el tratamiento el paciente puede maquillarse si lo desea, sin que esto suponga ningún inconveniente para el resultado o evolución del post operatorio.