Un trastorno alimenticio es una enfermedad compleja que afecta tanto a la salud física como mental de la persona. Se trata de condiciones en las que suelen influir múltiples factores que impactan en la relación que se mantiene con la comida, el peso y en la percepción del físico, algo que afecta al comportamiento con la alimentación. En muchas ocasiones se desconoce lo que es un trastorno alimenticio o las consecuencias que puede tener en la salud. Por eso, a continuación, trataremos de arrojar luz sobre ellos y las claves para su tratamiento.
¿Qué es un trastorno alimenticio?
Un trastorno alimenticio es una alteración continuada en el tiempo que afecta a la forma en la que una persona consume alimentos. Por lo general, quienes lo padecen, sobredimensionan la importancia de su peso y la forma de su cuerpo, lo que les lleva a desarrollar comportamientos con la comida que no son saludables y que, de hecho, pueden suponer un riesgo.
En consecuencia, se desarrolla una conducta anómala persistente en la alimentación y en la forma en la que se gestiona el peso, lo que puede incluir restricciones en la comida, episodios de atracones y/o el uso de métodos compensatorios como la inducción del vómito. Es fundamental que estas situaciones sean atendidas por expertos en nutrición, ya que ellos pueden ayudar a identificar y tratar los hábitos alimenticios no saludables, ofreciendo un enfoque adecuado y personalizado. Este tipo de afecciones pueden darse tanto en hombres como en mujeres sin importar la edad ni su condición o apariencia física. Sin embargo, son habituales en adolescentes y personas jóvenes.
Tipos de trastornos alimenticios y su origen
Aunque todos los trastornos alimenticios comparten como característica común una alteración de los hábitos de la alimentación, cada uno tiene sus propias particularidades y riesgos específicos. Algunos de los tipos de trastorno alimenticio son los siguientes:
- Anorexia nerviosa: se trata de una restricción severa de la comida y que a menudo también puede llegar a ser selectiva, dejando fuera de la alimentación todo aquello que se considera calórico. Como resultado, la ingesta es muy reducida y da lugar a una pérdida de peso drástica. Es frecuente que se inicie en la adolescencia, especialmente en mujeres. Su origen se ha relacionado con factores genéticos y de personalidad.
- Bulimia nerviosa: consiste en episodios de atracones que se acompañan de conductas compensatorias, como vómitos inducidos o el uso de laxantes. Este trastorno alimenticio está asociado a ciertos factores de riesgo que van desde los psicológicos (baja autoestima) hasta los socioculturales (por ejemplo, profesiones donde el peso sea importante, como la danza).
- Trastorno por atracones: se da cuando se consume una gran cantidad de comida en un período de tiempo determinado que suele ser corto. Va acompañado de la sensación de falta de control y sentimientos de culpa. A diferencia de la bulimia, el trastorno por atracones no implica episodios de compensación.
- Trastorno de alimentación no especificado: abarca aquellos que no cumplen con todos los criterios de los anteriormente mencionados. Suelen ser comportamientos diversos, todos relacionados con la comida. Sin embargo, es importante tener en cuenta que también afectan a la salud.
Todas estas enfermedades pueden desarrollarse junto a otros problemas, como puede ser la obesidad, lo que implica la necesidad de emplear tratamientos multidisciplinares en los que se tengan en cuenta los aspectos nutricionales, pero también los psicológicos. Aunque el sobrepeso y la obesidad no son trastornos alimenticios, sí es cierto que algunas personas que las padecen pueden manifestar algunas conductas asociadas. En cualquier caso, es importante reconocer que los trastornos, independientemente del tipo, suponen un riesgo para la salud.
¿Cómo se trata un trastorno alimenticio?
Como se ha visto, las causas de los trastornos alimenticios son diversas e implican factores genéticos, psicológicos y psicosociales. Dada su complejidad, los tratamientos se enfocan de manera holística, lo que implica el trabajo conjunto de diferentes profesionales que van desde el ámbito de la nutrición hasta el psicológico y psiquiátrico.
En aquellos casos en los existen otras problemáticas como el sobrepeso o la obesidad, los abordajes incluyen el aprendizaje y afianzamiento de hábitos saludables de salud, además del acompañamiento psicológico. No obstante, cuando los problemas de sobrepeso son severos, además de una alimentación equilibrada personalizada y su seguimiento junto a especialistas multidisciplinares, se le puede autorizar algún tratamiento complementario como el balón intra gástrico, En estos casos, solo se realizara dicha técnica de gran resultado con la autorización del equipo pisquiatrico-psicologico.
Los trastornos alimenticios son enfermedades que deben ser supervisadas y gestionadas con la ayuda de profesionales. En Clínica Menorca tienes a tu disposición un equipo médico que puede ayudarte a ello, así que no dudes en consultarles sin compromiso.