Las alergias alimentarias comunes pueden variar según la edad e incluso pueden llegar a desaparecer con el paso de los años. Así, existen algunas alergias alimentarias comunes en niños, mientras que hay otras diferentes que pueden desarrollarse durante la adultez. Cualquier comida puede provocar una reacción alérgica, pero lo cierto es que hay algunas de ellas que son más frecuentes entre la población, como vamos a ver a continuación.
¿Qué es una alergia alimentaria?
Antes de conocer cuáles son las alergias alimentarias más comunes, conviene saber qué es y por qué se producen. Se trata de una respuesta del sistema inmunitario ante una sustancia (alérgeno) que el organismo interpreta como nociva pese a que no lo es. Cuando se detecta, el cuerpo desencadena una reacción que se manifiesta en varios órganos. Es entonces cuando se exhiben los síntomas, que suelen aparecer a los pocos minutos o tras algunas horas después de ingerir el alimento.
Entre los más habituales, se encuentra el picor intenso en la zona de la boca o el paladar y la urticaria o eczema en la piel, también con picor. En otras ocasiones pueden surgir molestias relacionadas con el aparato digestivo, como vómitos, diarreas, dolor en el abdomen o incluso pueden acarrear síntomas respiratorios. En los casos más graves, el consumo de un alimento con el alérgeno puede causar un shock anafiláctico; una reacción que se da de manera muy rápida y que, entre otros problemas, conlleva dificultad para respirar y la pérdida del conocimiento.
Más allá de la gravedad de los síntomas, existen grados de sensibilidad. Hay quienes, por ejemplo, pueden controlar la alergia simplemente no ingiriendo la comida que la produce, mientras que otras personas pueden tener una reacción con tan solo entrar en contacto con trazas o trozos muy pequeños que lo contengan y que pueden estar presentes en otros comestibles.
¿Cuáles son las alergias alimentarias comunes?
Las alergias pueden ir evolucionando a lo largo del tiempo. Suelen ser frecuentes en los niños más pequeños y tienden a estabilizarse y a disminuir de manera progresiva hasta que acaba la infancia, lo que significa que se ha desarrollado tolerancia hacia esos alérgenos. Así, entre aquellos que no llegan al año, las más comunes son al huevo, la leche de vaca y al pescado. A partir de los 5, las reacciones habituales las provocan las legumbres, las frutas, los frutos secos y algunas hortalizas. Desde la adolescencia son los pólenes, algunas frutas y frutos secos los que suelen causar inconvenientes, muchos de los cuales pueden permanecer en la edad adulta.
Sin embargo, se puede desarrollar una alergia a cualquier edad y cualquier alimento es susceptible, aunque se haya consumido sin problemas con anterioridad. En el momento en el que el organismo comience a detectar el alérgeno, normalmente una proteína del alimento, como dañino, la sensibilidad hacia él y la reacción desencadenada por el organismo se producirá con cada nueva ingesta.
Las alergias alimentarias comunes dependen del contexto y de la dieta que sigue una determinada población. De ahí que, de manera general, encabecen la lista alergias a los cacahuetes, los cereales como la avena, el trigo, la cebada o el centeno; el marisco, los ya mencionados huevos, pescado y frutos secos y, por último, el apio y frutas con hueso como albaricoques o cerezas.
¿Cómo se diagnostica la alergia a los alimentos?
Una vez que una persona ha tenido uno de los síntomas característicos, como picor de boca o urticaria, tras tomar un alimento concreto, el diagnóstico se realiza mediante un test de intolerancia alimenticia. El objetivo es reproducir, de manera controlada, la reacción del organismo a diferentes alérgenos. Para ello, se aplica una cantidad determinada de los mismos en la piel para poder evaluar posteriormente si se produce reacción o no. También es posible detectarlas mediante un análisis de sangre.
Es importante cerciorarse de la existencia de alergias si se tienen sospechas. De esta manera se podrá conocer la sensibilidad al alimento para evitarlo incluso cuando se presenta como contaminante en otros productos. En Clínica Menorca encontrarás a un equipo de especialistas que te asesorará en todo momento, así que no dudes en consultarnos.