La incontinencia urinaria postparto es una molestia más común de lo que puede pensarse. Aunque puede afectar a cualquiera, es cierto que las mujeres suelen padecerla más que los hombres. Entre los factores de riesgo, de hecho, se encuentra el embarazo; los cambios que se producen en el organismo durante ese período las hace más propensas a la pérdida involuntaria de orina. Suele ser habitual a partir del tercer trimestre de gestación, pero puede convertirse en un problema que prevalezca debido al debilitamiento del suelo pélvico después del parto. Pese a la incomodidad que ocasiona, es importante conocer que existen diferentes soluciones y tratamientos.
Causas de las pérdidas de orina postparto
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer sufre diversas transformaciones; algunas son más visibles que otras, ya que muchas de ellas se llevan a cabo en el interior y son más imperceptibles. Conforme el útero crece, los diferentes órganos sufren desplazamientos para acomodarse a las nuevas dimensiones. De esta forma, el volumen que va adquiriendo va empujando, entre otros, a los músculos de la vejiga, la uretra y el suelo pélvico. A esto hay que sumarle el peso que soportan, lo que puede provocar que este último se debilite.
A estos factores hay que sumarle la existencia de otras cuestiones que también pueden favorecer la incontinencia urinaria postparto. Para empezar el número de partos; cuantos más se hayan producido mayores probabilidades hay de padecerlo; el suelo pélvico va sufriendo con cada uno de ellos, especialmente si no se sigue un proceso de prevención para fortalecer la musculatura.
Por otro lado, los partos vaginales también suponen un factor de riesgo, ya que con ellos aumenta la posibilidad de que se produzcan desgarros o lesiones. Y el peso del bebé también influye, porque puede provocar una distensión de los músculos del suelo pélvico.
Tipos de incontinencia urinaria postparto
Las pérdidas involuntarias de orina pueden darse en diferentes grados, desde aquellas que se ocasionan al reír, estornudar o toser, hasta las que se dan sin previo aviso. Vamos a conocer cada uno de ellos.
- Incontinencia urinaria de esfuerzo: se da en determinadas situaciones, como cuando reímos, tosemos, estornudamos o cogemos peso, aunque también puede producirse al practicar deportes de impacto, como correr.
- Incontinencia urinaria de urgencia: se experimenta cuando se siente una necesidad repentina de orinar, y es tan intensa que ocasiona dificultades para llegar al baño. Suele deberse a la hiperactividad de los músculos de la vejiga.
- Incontinencia urinaria de rebosamiento: se origina cuando la vejiga no termina de vaciarse del todo cuando se micciona debido a que la musculatura no se contrae de manera adecuada, o bien porque existe una obstrucción de uretra. El resultado son pequeñas pérdidas de forma continuada.
Hay que tener en cuenta que la prevención juega un papel importante en la incontinencia urinaria postparto. La revisión del suelo pélvico durante todo el proceso de gestación, incluida la etapa previa, puede ayudarnos a evitarla. También los ejercicios de Kegel, de los que seguro has oído hablar, fomentan la musculatura del suelo pélvico, algo crucial. Si ya es demasiado tarde para llevar a cabo estos pasos, no te preocupes; hay diferentes soluciones mediante las que deshacerte de esta molestia.
Tratamiento para la incontinencia urinaria postparto
Los avances médicos permiten ofrecer una serie de procedimientos a través de los cuales buscar una solución satisfactoria para la pérdida de orina. Dependiendo del grado de incontinencia, se puede recurrir a, por ejemplo, la electroestimulación para provocar la contracción de los músculos. Se recomienda cuando existe una incapacidad para realizar esos movimientos de forma voluntaria. De manera similar, también existen terapias con radiofrecuencia o con el acompañamiento de fisioterapeutas especializados.
Por otro lado, el tratamiento de rejuvenecimiento vaginal con láser CO2 ha demostrado ser un método eficaz. Es indoloro y ambulatorio y consigue mejorar las molestias que provoca la incontinencia urinaria postparto. Mediante la aplicación de esta tecnología se logran regenerar los tejidos al mismo tiempo que se estimula la producción de colágeno. Así se recupera la firmeza y el grosor de los músculos del suelo pélvico, lo que ayuda a recobrar el control de la vejiga.
Aunque el número de sesiones deberá ser determinado por el profesional, cada una de ellas no dura más de 25 minutos. Además, es una técnica que no requiere del uso de anestesia ni genera molestias a la paciente, por lo que puede seguir con su vida normal inmediatamente después de recibir el tratamiento.
Recuerda que lo más importante a la hora de atajar la incontinencia urinaria postparto es ponerse en manos de especialistas, como los que puedes encontrar en Clínica Menorca. Serán ellos quienes, tras una valoración y diagnóstico inicial, te asesoren y recomienden el procedimiento que mejor se adapta a tus necesidades.