El lifting cervicofacial es una técnica de rejuvenecimiento del rostro y del cuello, dos áreas en las que el tiempo hace mella de manera más visible. Según vamos sumando años, el organismo produce una menor proporción de colágeno y elastina, dos de los componentes principales encargados de mantener la firmeza y la elasticidad cutánea. Las consecuencias más evidentes son el aumento de la laxitud de la piel y la aparición progresiva de arrugas. Es por eso que, cuando aparecen los primeros signos de la edad, el lifting cervico facial puede ofrecer una solución con la que reposicionar los tejidos que se han desplazado. Si quieres conocer los detalles de este procedimiento, ¡sigue leyendo!; a continuación, recogemos todo lo que debes saber sobre este método.
¿Qué es el lifting cervicofacial?
Este tratamiento es uno de los diferentes tipos de lifting que existen en la actualidad. Como tal, se enmarca en las intervenciones quirúrgicas del campo de la cirugía estética destinadas a mejorar las huellas producidas por el envejecimiento, en este caso, del cuello y la cara. Para ello, se recolocan los tejidos conectivos y musculares del área que han perdido firmeza y se han visto desplazados. El objetivo es reubicarlos en su posición original para recobrar la tersura cutánea. De esta forma, no solo se obtiene un rostro sin descolgamientos, sino que se logran disminuir los surcos y las arrugas.
El lifting cervicofacial interviene sobre dos tercios del rostro, el inferior y el medio, que llega hasta la sien, además del cuello. Este último suele ser un gran olvidado hasta que se hace evidente que no es inmune al paso del tiempo. Es una zona a la que no prestamos la atención adecuada en cuanto a cuidados se refiere y a la que la exposición solar le afecta de igual forma que al resto del área facial. Por suerte, el lifting cervical puede intervenir y revertir la flacidez obteniendo resultados naturales y sutiles.
¿En qué consiste la intervención?
El procedimiento para reposicionar los tejidos cervicofaciales comienza por un estudio en el que se evalúa la piel, pero también las proporciones de la persona. El propósito es encontrar el mejor abordaje según las circunstancias y características del paciente. Una vez trazado el plan para la intervención, la cirugía se realiza a través de una serie de incisiones que se practican en la línea del pelo y las orejas. Desde ahí se colocan los tejidos a la posición indicada para volver a definir las líneas del rostro y se elimina la piel y grasa sobrante. Las cicatrices quedan ocultas por el cabello.
El lifting se realiza bajo anestesia general y tiene una duración aproximada de dos horas. La actividad habitual se puede retomar en torno a las dos o tres semanas tras la intervención.
Esto es lo que debes saber sobre el post operatorio
Tras la operación, la zona permanece con un vendaje durante unas 24 horas. Transcurrido ese tiempo, se coloca otro de tipo elástico para prevenir hematomas. Además, el especialista puede recomendar la aplicación de frío para disminuir la inflamación, así como medicación para aliviar las posibles molestias. En cualquier caso, la recuperación del lifting cervicofacial no es dolorosa y siempre está vigilada por el cirujano.
En los días posteriores es normal sentir algunas áreas adormecidas, algo que desaparece al poco tiempo. Suele ser aconsejable permanecer con la cabeza elevada los días siguientes a la intervención y descansar durante la primera semana. Es en la segunda o tercera cuando se puede ir recobrando la normalidad al mismo tiempo que se podrán ir apreciando los resultados progresivamente conforme avanza la recuperación.
En cualquier caso, es importante seguir las instrucciones del profesional y consultarle en caso de dudas. En Clínica Menorca tienes a un equipo que te acompañará en todo el proceso para que el postoperatorio sea lo más cómodo y satisfactorio posible. Así, puedes tener la tranquilidad de estar en las mejores manos.