El embarazo es una etapa en la que se producen múltiples cambios en el cuerpo de la mujer. Algunos son el aumento de volumen del abdomen, los pechos y la pérdida de elasticidad en algunas zonas del cuerpo. Y a veces, puede resultar complicado recuperarse de ellos para volver al estado físico anterior. Para ayudar y acelerar este proceso, existen procedimientos como el mommy makeover. Hoy vamos a ver qué podemos hacer para recuperar la figura.
¿En qué consiste el mommy makeover?
Se trata de un conjunto de intervenciones totalmente personalizadas a las expectativas y necesidades de la paciente. Se incluye todo lo relacionado con la cirugía estética para mejorar aspectos físicos que han cambiado tras el período de gestación y postparto. Es habitual ganar peso y perder firmeza en pechos y abdomen, de ahí que sean necesarias varias técnicas para abordar las diferentes áreas.
Mamoplastia y mastopexia
Se centran en mejorar la apariencia de los senos que han podido desplazarse y ocupar un posición más caída tras el embarazo y la lactancia. El objetivo es reconstruir el pecho para retirar el tejido sobrante, elevarlo y mejorar la forma. En los casos en los que la mama ha perdido volumen y ha quedado vaciada, también se puede aumentar el tamaño mediante el uso de implantes (mamoplastia).
Abdominoplastia
La abdominoplastia es una cirugía que se encarga de devolver la firmeza a la zona abdominal. Esto incluye la eliminación del exceso de piel, las acumulaciones de grasa y el reposicionamiento de los músculos que han podido perder tensión tras el aumento de tamaño de la zona con el desarrollo del bebé. Así, se recupera la tersura y la posición de los diferentes tejidos al mismo tiempo que se esculpe la cintura y el abdomen. También es posible suavizar y mejorar la apariencia de las cicatrices que quedan tras una cesárea.
Lipoescultura
La lipoescultura es un método de remodelación corporal que permite armonizar los diferentes contornos corporales utilizando grasa de algunas áreas donde se presenta en exceso para depositarla en aquellas que requieren de más volumen.
Cuidado de la piel
El cuidado de la piel también tiene su cabida en el mommy makeover. Es común la aparición de estrías, manchas o cicatrices en el embarazo. Para ello, existen tratamientos médico-estéticos como el láser, la terapia LED o la radiofrecuencia, que permiten eliminar las imperfecciones de la dermis y mejorar su aspecto.
Cirugía íntima
Por último, la cirugía íntima como la labioplastia es otra intervención que puede considerarse en la cirugía postparto. En ocasiones, los labios menores o mayores pueden haber sufrido modificaciones tras el nacimiento del bebé, lo que puede generar incomodidades físicas, pero también psicológicas. La labioplastia, así, se encarga de remodelar y corregir la forma de esta zona para que no interfiera en la vida diaria de la mujer.
¿Cuándo es posible someterse a un mommy makeover?
Someterse a los diferentes tratamientos e intervenciones requiere que hayan pasado, al menos, entre 6 y 12 meses desde que se ha dado a luz. También debe de haberse dado por finalizado el período de lactancia. Por otro lado, es importante contar con un peso estable para que no afecte a los resultados posteriores.
El mommy makeover se inicia con un estudio y examen por parte del equipo de cirugía con el que se evalúa las características y el estado de la paciente. A partir de ahí, se elabora un plan en colaboración con la paciente y sus expectativas, con el objetivo de obtener los mejores resultados.
En cualquier caso, lo importante es ponerse en manos de profesionales con experiencia. Clínica Menorca cuenta con un equipo de especialistas que podrán asesorarte y guiarte durante todo el proceso para que puedas recuperar tu aspecto físico después de ser madre, así que consúltales sin compromiso.
