Diferencias entre rinomodelación y rinoplastia

La rinomodelación o rinoplastia son dos tratamientos que se enfocan en redefinir la forma y el perfil de la nariz. El objetivo de ambos es armonizar la zona y mejorar su aspecto para que quede equilibrada con el resto de rasgos faciales. Sin embargo, estos procedimientos no son iguales y cada uno tiene unos usos y abordajes concretos, de ahí que sea importante conocer la diferencia entre rinoplastia y rinomodelación para saber en qué casos son recomendables cada uno. Para salir de dudas y aprender a distinguirlos, vamos a ver todas sus características a continuación.

Rinomodelación: la forma de perfeccionar la nariz sin cirugía

La rinomodelación es un método no quirúrgico del campo de la medicina estética que sirve para corregir los volúmenes y perfiles de la nariz. Se centra en mejorar imperfecciones e irregularidades, como puede ser la elevación de la punta nasal, modificar la forma del caballete o reparar pequeñas desviaciones o asimetrías.

Este tipo de remodelación no interviene sobre la estructura ósea o cartilaginosa, sino que se vale del ácido hialurónico como relleno para dotarla de equilibrio en relación con el resto del área facial. Tras un estudio, el especialista determinará las zonas de la nariz a tratar para armonizarla. De esta manera, se realizan las infiltraciones a través de microinyecciones en una sesión que tiene una duración aproximada de entre 30 minutos y una hora.

Al tratarse de una sustancia biocompatible, los resultados logrados con el ácido hialurónico perduran hasta que son reabsorbidos por el organismo, algo que suele producirse en un periodo que va desde los 9 meses tras el tratamiento, hasta el año, siempre dependiendo de las particularidades de la persona.

Rinoplastia o la cirugía para cambiar la estructura de la nariz

La principal diferencia entre la rinomodelación o rinoplastia es que esta última se enmarca en el ámbito de la cirugía estética. Es una operación con la que se trabaja la estructura ósea y cartilaginosa para darle una nueva forma acorde a la configuración del resto del rostro. La intervención puede responder a cuestiones estéticas, pero también funcionales. Se recomienda para aquellos casos en los que existe dificultad respiratoria debido a, por ejemplo, un tabique desviado.

De manera habitual, la rinoplastia se realiza mediante incisiones en el interior de la nariz para esculpirla y modelarla sin que queden cicatrices externas. Sin embargo, en la actualidad también puede realizarse a través de un motor de ultrasonidos. Esto consigue, al igual que la técnica tradicional, limar el hueso cuando sea necesario, pero mediante un abordaje menos agresivo e invasivo e igualmente preciso.

¿Rinomodelación o rinoplastia? Estas son las principales diferencias

Como hemos visto, la rinomodelación o rinoplastia son dos métodos distintos para cambiar y mejorar la apariencia de la nariz, por lo que según el paciente será recomendable uno u otro en base a sus características y expectativas. Aquí será el especialista médico quien se encargue de orientar y ofrecer la mejor solución, pero, con el fin de distinguir mejor ambos procedimientos, vamos a recoger a continuación las principales diferencias.

• La técnica: la rinomodelación es un tratamiento ambulatorio médico-estético, por lo que no es invasivo ni requiere de un período de recuperación. Además, se realiza en unos 30 minutos. En cambio, la rinoplastia sí es una cirugía, así que será necesario un proceso de postoperatorio. La operación suele durar en torno a una o dos horas, y se practica bajo anestesia general y sedación.
• Los resultados: con la rinomodelación, los efectos son visibles de manera inmediata. Eso sí, como hemos dicho, no son permanentes, sino que pueden alargarse hasta el año. Pasado ese tiempo, es recomendable volver a aplicar ácido hialurónico si se quiere seguir conservando el aspecto de la nariz. Con la rinoplastia los resultados son definitivos y pueden empezar a apreciarse tras retirar los vendajes. Sin embargo, será al cabo de algunos meses, una vez la inflamación haya desaparecido, cuando puedan verse en su totalidad.
• Casos en los que se recomienda cada una: cuando las imperfecciones a corregir son pequeñas, la rinomodelación es una buena candidata. Pero si se espera una reducción de la nariz o de parte de ella, la opción aconsejada será la rinoplastia.

Sea cual sea tu circunstancia, recuerda que los resultados de la rinomodelación o rinoplastia también dependen de la fisionomía y estructura global del rostro. Así que, para obtener el mejor asesoramiento, confía en profesionales con experiencia. En Clínica Menorca encontrarás un equipo especializado que velará por que se cumplan tus expectativas.