De nuestra respiración depende la oxigenación de cada célula de nuestro cuerpo y nuestro descanso. Por eso la nariz, además de otorgar carácter a nuestro rostro, tiene una función de vital importancia. Y aunque parezca extraño, su adecuado funcionamiento también facilita la digestión y la actividad de todo nuestro organismo. Si tienes el tabique nasal desviado, es probable que encuentres dificultades en este acto tan cotidiano y sientas que a tu nariz le cuesta tomar el aire. Ante estos problemas existe una cirugía que sirve para corregirlos: la rinoseptoplastia o septorrinoplastia. ¿En qué consiste esta clase de rinoplastia de nariz?
Volver a respirar adecuadamente tras arreglar el tabique nasal torcido: ¿qué es la rinoseptoplastia o rinoplastia funcional?
Esta intervención combina dos cirugías: la rinoplastia y la septoplastia. La primera corrige la estética de la nariz para que quede equilibrada con el resto de la cara. La segunda se centra en la modificación: con la operación tabique desviado vuelve a ser funcional y el paciente puede volver a respirar con normalidad. Este procedimiento no cambia la forma de la nariz ya que incide en aquellos defectos que no se ven pero que son de gran importancia. De esta forma, se unen dos finalidades en una misma operación: la septorrinoplastia funcional y también la estética.
Aunque de manera general se suele llamar rinoplastia a todas las cirugías de la nariz, existen diferencias entre las diversas técnicas como ya hemos visto. En algunas ocasiones se puede practicar una rinoplastia funcional, lo que significa que, cuando el especialista detecta un problema en el primer reconocimiento, además de reparar la forma, también mejorará la funcionalidad de la nariz. En cambio, la septoplastia se destina únicamente a reparar cualquier defecto que tenga ver con una desviación de tabique nasal torcido (como puede ser la hipertrofia de cornetes).
Los dos procedimientos para abordar una operación de tabique nasal desviado: rinoseptoplastia abierta o cerrada
La rinoplastia de tabique desviado es una intervención de cirugía facial que busca corregir las obstrucciones que puedan estar causando una mala respiración. En este punto, será de utilidad para el cirujano conocer si esa desviación se debe a la genética, a un traumatismo o a una rinoseptoplastia mal practicada.
El procedimiento dura aproximadamente dos horas y se efectúa con anestesia general. Además, puede realizarse a cualquier persona cuyo desarrollo y crecimiento haya finalizado.
La operación de tabique desviado puede ejecutarse de dos formas. Será el profesional el que valore cuál es el mejor abordaje dependiendo del caso particular del paciente y de la reparación que se deba hacer.
- La rinoseptoplastia abierta es un procedimiento más invasivo que se lleva a cabo a través de una incisión por encima del labio superior. Una vez retirada la piel, el cirujano tiene una mejor perspectiva para tratar los distintos problemas.
- La rinoseptoplastia cerrada se desarrolla a través de los orificios nasales. Las incisiones se realizan en ellos consiguiendo reparar o modelar la nariz. Al ser una intervención menos invasiva, la duración de la intervención del tabique desviado puede ser menor.
El postoperatorio de la rinoplastia de tabique desviado: cuidados después de una septorrinoplastia funcional
Dependiendo del tipo de cirugía del tabique desviado operación y postoperatorio serán diferentes. Por ejemplo, la rinoseptoplastia cerrada implica un menor tiempo de recuperación. En cualquier caso, durante las primeras 24 horas se recomienda reposo. Es normal que en ese período aparezcan hematomas e inflamación y que aumenten en las jornadas siguientes. Suelen mejorar a partir de las 48 horas hasta su desaparición tras seis o siete días.
Una vez se retiren los tapones de la nariz es importante que en todo momento se mantenga una buena higiene nasal para evitar que se formen costras o taponamientos por mucosidad. De manera general, el paciente puede incorporarse a su rutina transcurridas 48 horas, pero deberá evitar esfuerzos o movimientos bruscos: la práctica de deporte después de una rinoplastia deberá esperar entre 15 y 30 días dependiendo de la modalidad.
La recuperación de una rinoseptoplastia es rápida, y los resultados comienzan a apreciarse cuando baja la inflamación, tras la primera o segunda semana. Con esta operación tabique nasal corregido y respiración sin dificultades son todo uno. ¡No lo retrases más y concerta ya tu consulta gratuita con nosotros!