En la actualidad existen diversos métodos para bajar de peso. Los principales tratamientos para combatir el sobrepeso y la obesidad siguen siendo las dietas y el ejercicio físico, aunque algunas veces con ellos no se alcanzan los objetivos deseados y es necesario una ayuda extra. Para esos casos, el balón gástrico, un procedimiento no quirúrgico, ofrece una solución efectiva y segura para perder volumen. Pero ¿sabías que hay disponibles diferentes tipos de balones gástricos? Todos comparten la misma finalidad, pero poseen características distintas. En esta ocasión vamos a centrarnos en conocerlas todas para salir de dudas.
¿Qué es un balón gástrico?
Comenzamos por lo básico, que es saber en qué consiste este procedimiento. Un balón intragástrico es un tratamiento destinado a tratar problemas de sobrepeso y a aumentar la sensación de saciedad cuando se come. Esto se consigue “llenando” el estómago mediante la introducción de un dispositivo en el estómago de manera temporal. De esta forma se reduce su capacidad para que se ingiera una cantidad menor de alimentos.
Los diversos tipos de balones gástricos poseen diferentes formas de colocarse en el estómago. Algunos pueden emplazarse mediante endoscopia y otros ingiriéndolos, de ahí que hoy en día existan opciones como el balón gástrico en píldora. Lo que sí tienen todos en común es que se introducen desinflados y, una vez puestos en el lugar indicado, se llenan, habitualmente de una solución salina. Esta sustancia, si se llegase a romper el balón, es totalmente inocua. Una vez transcurrido el período de tiempo indicado, que variará según el dispositivo, se vacía para retirarse nuevamente.
Tanto la instalación del balón intragástrico como su retirada son procedimientos no invasivos y no quirúrgicos que no suelen durar más de 20 minutos. Por otro lado, y uno de los aspectos que garantizan la eficacia de este método, es el acompañamiento de un equipo médico durante y después del tratamiento. Esto es indispensable para incorporar y asentar unos nuevos hábitos de vida saludables que serán la clave del éxito.
Los diferentes tipos de balones gástricos que existen: desde el ingerible hasta el que dura 12 meses
Los balones intragástricos son una técnica muy eficiente para aquellas personas con sobrepeso u obesidad. Suelen estar indicados para quienes poseen un Índice de Masa Corporal (IMC) mayor a 25 y que además sufren otras afecciones como la diabetes. Dependiendo del peso que sea necesario perder y del grado de obesidad, se usará un tipo de balón gástrico u otro entre las opciones disponibles. Vamos a ver los más comunes.
- El balón gástrico clásico es uno de los más utilizados. El dispositivo tiene forma esférica, como un globo, y está hecho de silicona flexible. Se coloca semivacío o vacío mediante endoscopia y sedación y, una vez instalado, se termina de llenar con una solución salina. Puede permanecer en el estómago 6 meses, transcurridos los cuales se retira. Con este tipo de balón es posible perder entre 15 y 35 kilos.
- El balón gástrico secuencial es otra alternativa basada en la anterior, aunque existe una diferencia importante: en lugar de emplearse un solo balón, se utilizan dos. El procedimiento de colocación es igual, vía endoscópica. Primero, se implanta un primer dispositivo que, tras seis meses se retira para introducir uno nuevo con mayor capacidad. Así, es posible alargar la duración del tratamiento hasta los 12 meses, lo que implica que existe un período mayor en el que es posible afianzar los nuevos hábitos alimentarios. Suele recomendarse a aquellas personas que tienen un peso muy alto, ya que se puede llegar a perder entre 30 y 35 kilos de media.
- El balón gástrico ingerible o Elipse es uno de los dispositivos más novedosos disponibles en la actualidad. El procedimiento de colocación se realiza gracias a una cápsula en la que se encuentra el balón que se ingiere fácilmente como si de una pastilla se tratase. Una vez en el estómago, se llena mediante un tubo que se retira. Las ventajas de este método son claras: no necesita sedación ni endoscopio, por lo que las molestias para el paciente son mucho menores. Permite perder entre 13 y 15 kilos y la duración del balón es de unas 14 semanas. Una vez transcurridas, se descompone y se elimina de forma natural sin suponer ningún riesgo.
Como hemos mencionado, una de las claves del éxito de este tratamiento es el acompañamiento médico. En Clínica Menorca tienes a tu disposición a un equipo compuesto por especialistas, entre los que se encuentran nutricionistas, que te apoyará durante todo el proceso para que puedas, así, adquirir hábitos saludables con los que seguir cuidando de tu peso y de tu salud una vez finalizado el procedimiento.