Una mandíbula definida aporta carácter a un rostro, contribuye al equilibrio facial. Hay factores, como los genéticos, que provocan que esta zona no tenga la proyección adecuada. También el paso del tiempo afecta por la pérdida de firmeza. Perfilar la mandíbula es un consejo interesante para rejuvenecer el rostro.
La flacidez contribuye a que las proporciones no sean las más adecuadas para la armonía general de la cara. La medicina y la cirugía estética han avanzado mucho en los últimos años y es por ello por lo que existen múltiples opciones con las que perfilar mandíbula y lograr una apariencia más joven.
Perfilar la mandíbula en casos de poca proyección
Cuando la mandíbula o el mentón presentan poco volumen o definición, es posible generar los ángulos y las dimensiones adecuadas para equilibrar el rostro. Existen diferentes técnicas que van desde las intervenciones quirúrgicas hasta los rellenos.
Entre las primeras encontramos la mentoplastia, una cirugía que se centra en corregir el tamaño y forma de la barbilla. Así, se consigue darle un nuevo contorno y volumen a la zona en aquellos casos en los sea preciso corregir el perfil a causa de un mentón retraído o corto, lo que armoniza la mandíbula, pero también el cuello.
Tipos de mentoplastia
La mentoplastia puede realizarse a través del uso de prótesis, proporcionando unos resultados permanentes. Sin embargo, existen distintos tipos de mentoplastia. También pueden crearse volúmenes mediante rellenos faciales como el ácido hialurónico o la hidroxiapatita cálcica. Estos son recomendables cuando sea necesario perfeccionar la apariencia hundida o la flacidez del ángulo mandibular.
Entre las ventajas de esta técnica, se encuentran los relacionados con el rejuvenecimiento, ya que los componentes que se usan en las infiltraciones también ayudan a regenerar la piel y a aumentar su tersura. Los resultados, que suelen durar entre 8 y 10 meses, mejoran la apariencia del óvalo facial y su silueta.
¿Cómo definir la mandíbula si hay flacidez?
Cuando las líneas mandibulares se han desdibujado por el envejecimiento, hay disponibles otros métodos con los que perfilar el óvalo facial y restablecer los ángulos perdidos. Por ejemplo, cuando los tejidos que rodean el cuello y el rostro han perdido su elasticidad y han sucumbido al efecto de la gravedad: los hilos tensores ofrecen una excelente solución mediante un procedimiento no invasivo e indoloro.
Cómo ayudan los hilos tensores a definir la mandíbula
Mediante su introducción con el uso de una aguja muy fina, se consigue reposicionar la piel en su lugar generando la tensión y la estructura necesarias para que sirvan de soporte. Además, estimulan la producción de colágeno y elastina de la dermis, por lo que sus efectos repercuten en la calidad de la misma.
Los hilos están fabricados en un material que permite ser reabsorbido por el cuerpo a los 6 u 8 meses. Sin embargo, sus resultados permanecen hasta transcurridos un año o año medio desde su colocación.
Liposucción como solución
Cuando el problema proviene de un exceso de volumen en la zona de la mandíbula o de la papada debido a la acumulación de grasa localizada, la liposucción puede ser una buena opción. De esta forma, es posible recuperar las líneas del óvalo facial y recobrar el contorno mandibular eliminando el exceso de adipocitos.
Por su parte, el lifting cervicofacial tiene como objetivo corregir la flacidez del área del cuello y del rostro, causante en muchas ocasiones de la ausencia de definición de las líneas faciales. Lo consigue tensando el área, reforzando y reposicionando los músculos y tejidos y deshaciéndose del exceso de piel y grasa. Los resultados son muy naturales y duraderos en el tiempo.
Si te interesa perfilar mandíbula y equilibrar sus ángulos, ponte en manos de especialistas que sepan evaluar tu caso y asesorarte durante todo el proceso. En Clínica Menorca tienes a tu disposición a un equipo de profesionales que estudiarán tu situación para ofrecerte los tratamientos con los que obtener los resultados que esperas.