Se conoce como hiperhidrosis plantar a la sudoración excesiva en los pies. Esta afección puede darse en otras áreas del cuerpo, como las axilas o las palmas de las manos y, aunque no supone un problema de salud, sí que puede llegar a impactar en el bienestar general. Además, quienes la sufren pueden ver sus síntomas agravados en climas cálidos o en temporada estival, llegando a repercutir en la calidad de vida. Sin embargo, la buena noticia es que es posible reducir las molestias que provoca implementando una serie de sencillos pasos en el día a día. Igualmente, tratar la hiperhidrosis es posible, ya que existen métodos efectivos que permiten paliar las incomodidades que genera, como vamos a ver a continuación.
Hiperhidrosis plantar: ¿qué la causa y cuáles son sus síntomas?
El origen de la hiperhidrosis plantar suele ser hereditario, por lo que si un familiar la padece es probable que su descendencia la desarrolle. Aun así, hay otros factores que pueden intervenir en su aparición, como algunos desequilibrios hormonales, ciertos medicamentos, el estrés, la ansiedad.
A diferencia de la sudoración normal, la provocada por la hiperhidrosis no suele responder a ningún agente externo como la práctica de deporte o las altas temperaturas, circunstancias en las que es habitual sudar. Sin embargo, estos factores pueden agravar sus síntomas, incluyendo los siguientes:
- La sudoración excesiva de los pies aun cuando no haya condición aparente que la genere.
- Puede presentarse mal olor en los pies, aunque no ocurre en todos los casos.
- Tener los pies constantemente húmedos. Esto, además, puede conducir al desarrollo de sensibilidad en la piel y a su vez puede desencadenar en otras molestias, como la dermatitis de contacto.
- Tener tendencia a padecer pie de atleta o infecciones cutáneas.
Consejos para aliviar la hiperhidrosis plantar
Las glándulas sudoríparas en situaciones normales solo son estimuladas por el hipotálamo cuando se requiere regular la temperatura corporal o ante situaciones de tensión. En cambio, en el caso de la hiperhidrosis, las glándulas sufren una hiperestimulación nerviosa, lo que las hace especialmente sensibles a diferentes estímulos externos, provocando la sudoración excesiva.
Así, las diferentes recomendaciones para aliviar los síntomas se enfocan en tratar de reducir esos estímulos, además de facilitar la transpiración y el bienestar de la piel para que no se generen más inconvenientes. Algunas de ellas son las siguientes:
- Prestar atención al calzado y a los calcetines que se usan. Lo ideal es recurrir a aquellos que permitan la transpirabilidad y elegir aquellos con materiales naturales, como el algodón o la lana. En el caso de los zapatos, lo que se busca es la ventilación continua, algo que facilitan los que están fabricados con cuero o telas como la lona. Cuando las temperaturas sean más cálidas, las sandalias o el calzado con orificios pueden ser de utilidad. Siempre que sea posible es recomendable evitar aquellos que contengan materiales sintéticos que impiden la transpiración. Además, es conveniente alternar el uso de los zapatos para permitir que se aireen y sequen por completo entre uso y uso. Esto evitará la formación de bacterias y el mal olor.
- Los desodorantes antitranspirantes para pies pueden ser una ayuda. Estos productos contienen ingredientes que contribuyen a reducir la producción de sudor al bloquear temporalmente las glándulas sudoríparas. Para aplicarlos, hazlo siempre sobre la piel limpia y completamente seca para propiciar su buen funcionamiento.
- Mantener una higiene adecuada es clave para evitar que las bacterias proliferen en la piel. También se puede recurrir a productos astringentes para disminuir la actividad de las glándulas sudoríparas.
- La alimentación también influye en la sudoración, por lo que mantener su equilibrio puede ser beneficioso. Por otro lado, conviene evitar la cafeína, el alcohol, la cebolla o el ajo, ya que pueden contribuir a la estimulación de las glándulas sudoríparas.
Por último, cuando la hiperhidrosis impacta de manera significativa en la vida de la persona, puede ser conveniente contemplar otras alternativas. En la actualidad existen diferentes tratamientos muy efectivos para disminuir e incluso eliminar los síntomas y las molestias que provoca.
Hiperhidrosis operación: tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos para paliar la sudoración excesiva
La hiperhidrosis plantar puede tratarse a través de diferentes métodos. Por ejemplo, en algunas ocasiones puede solucionarse mediante tratamientos farmacológicos. Estos tienen el objetivo de ocluir las glándulas sudoríparas. Sin embargo, una de las opciones que resultan efectivas es la toxina botulínica. Mediante su infiltración en las áreas adecuadas es posible bloquear de manera selectiva y temporal los neurotransmisores que intervienen en la activación de las glándulas, lo que logra disminuir la sudoración. Esta solución no es permanente; la toxina botulínica tiene una duración determinada en el organismo, pero se pueden realizar sesiones de mantenimiento para que sus efectos perduren.
Por otro lado, otra opción eficaz es la cirugía de hiperhidrosis, que suele emplearse cuando otros métodos no han logrado los resultados esperados. Se trata de una intervención mínimamente invasiva que ofrece una solución definitiva. Se realiza mediante pequeñas incisiones, lo que favorece un postoperatorio sencillo y permite volver a la normalidad en una semana.
Si tienes dudas acerca de cómo solucionar la hiperhidrosis plantar, consulta a los especialistas de Clínica Menorca. Su equipo cuenta con una extensa experiencia y podrá asesorarte de manera personalizada para que puedas olvidarte de la sudoración excesiva en los pies.