Aunque son menos conocidas que las que aparecen en las piernas, las varices vulvares también son una afección común. Al igual que ocurre en las extremidades inferiores, se trata de venas hinchadas que, en estas ocasiones, aparecen en la zona de los genitales y pueden llegar a producir molestias e incomodidades. Pese a que pueden tener un impacto en la vida y bienestar de las mujeres, no es una condición que sea abiertamente discutida. Es por eso por lo que, a continuación, vamos a conocer qué son en detalle, además cuáles son los síntomas de las varices vulvares para que sea más sencillo identificarlas.
¿Qué son las varices vulvares?
Este tipo de varices aparecen como venas dilatadas en la vulva, la vagina y el periné, en las zonas íntimas femeninas. Pueden darse de manera aislada o pueden ir acompañadas también de varices en las piernas. Así, pueden distinguirse en la zona superficial de los genitales, provocando presión o algo de dolor en algunas circunstancias.
Son habituales durante el embarazo, en concreto entre las semanas 18 y 22, debido al aumento del flujo sanguíneo en el área pélvica y por la presión que se genera durante el desarrollo del feto. En ocasiones también llevan asociadas hemorroides, lo que no hace más que aumentar las molestias en esta región del cuerpo. A menudo las varices vulvares desaparecen a las seis semanas, aproximadamente, tras dar a luz, y no suelen interferir en el parto vaginal. Aun así, hay veces en las que permanecen, lo que afecta a la calidad de vida de la mujer más allá del período de gestación.
Sin embargo, esta afección no está limitada a las mujeres embarazadas y pueden aparecer debido a otros factores. Algunos de ellos son la predisposición genética a padecerlas, los cambios hormonales, dando lugar a, por ejemplo, varices vulvares menopausia, o debido a una insuficiencia venosa, lo que a su vez provocaría su desarrollo en diferentes partes del cuerpo, incluida la vulva.
¿Cuáles son los principales síntomas de las varices vulvares y cómo aliviarlos?
Una de las principales características de estas varices es que no todas las personas presentan síntomas. Cuando se dan, algunos de ellos pueden ser:
- Sensación de presión o hinchazón en la zona de la vulva.
- Dolor durante prácticas donde hay roce en la zona, como, por ejemplo, al hacer ejercicio.
- Dolor y molestias durante y/ o después de mantener relaciones sexuales.
Es importante acudir a un especialista si se detecta alguna de estas dolencias. De esta forma podrá hacer un seguimiento en el caso de que la paciente esté embarazada o podrá evaluar la situación para encontrar el mejor tratamiento.
Para aliviar estos síntomas, se pueden tomar una serie de medidas:
- Usar prendas holgadas que no aumenten el roce y la presión en la zona genital.
- Practicar algún deporte, pero con moderación. Algunas opciones pueden ser la natación o simplemente pasear.
- Al igual que ocurre con las varices en las piernas, levantar las extremidades inferiores es algo esencial. Se puede hacer varias veces a lo largo del día, y en especial por la noche.
- Emplear ropa específica para varices vulvares.
- Evitar estar sentada durante períodos muy largos.
- Aplicar compresas frías en los genitales.
¿Existen tratamientos para las varices vulvares?
Aunque en el caso de las embarazadas es frecuente que desaparezcan por sí solas, hay casos en los que no ocurre. Es ahí donde entra el seguimiento y valoración profesional. Pese a que depende de la valoración y de las decisiones del especialista, hay dos abordajes comunes para las varices vulvares.
Se trata de la escleroterapia y la microespuma. Son dos métodos que parten de una misma base: la aplicación de una sustancia que provoca que la vena defectuosa se degenere, facilitando que desaparezca por completo. El procedimiento es sencillo y puede realizarse bajo anestesia local para la comodidad de la paciente. Consiste en la inyección de la solución en la vena para generar su eliminación. Ambas técnicas producen efectos definitivos.
Si quieres mejorar tu salud íntima, es importante que acudas a personal especializado para que pueda evaluar tu caso. El equipo de Clínica Menorca es consciente de que este aspecto es una parte integral del bienestar de la paciente.